El pasado lunes 29 de mayo volvimos a vivir unos de
esos días en la vida de un niño que será casi imposible de borrar.
Lo recordarán durante mucho tiempo porque ayer
disfrutaron y disfrutamos del deporte como nunca. Y digo disfrutamos, porque
todos los que estuvimos allí presentes, padres, madres, monitores y maestros pudimos ver y sentir cómo nuestros
pequeños representantes olímpicos no dejaron de animar, de
divertirse, de reír, en definitiva, de pasárselo bien… y ya sabemos que nuestro
cerebro tiende a recordar y a revivir los buenos momentos, los ratos de risas y
de júbilo, y ayer, sin dudas, fue uno de esos.
El día de las Olimpiadas Escolares es uno de esos
días más esperados por todos. Un día que la mayoría de nuestro alumnado lo
tiene tachado en el calendario.
Como todos los años nuestro cole estuvo
perfectamente representado por 42 alumnos, 14 de cada ciclo. Estos alumnos
fueron seleccionados previamente por los
maestros de Educación Física, que también tienen un papel importante
dentro de esta “película”, puesto que ellos son los que seleccionan,
distribuyen y colocan al alumnado en las pruebas que mejor se le dan.
Pero, sin dudas, los verdaderos protagonistas y
artífices de este gran espectáculo son los alumnos y alumnas, por supuesto.
Ellos son los que sudan las camisetas, los que se esfuerzan en cada salto, en
cada carrera, en cada lanzamiento, ellos son, al fin y al cabo, los que hacen grande
y dan valor a esta actividad deportiva, que con ésta ya suma su XX edición.
Tan solo queda nombrar el resultado. Aunque tanto el
maestro Paco como yo no nos gusta darle importancia a los resultados, este año
haremos una excepción y los nombraremos aunque sea “de puntillas”: 31 de los 42 alumnos obtuvieron medallas,
lo que supone que quedáramos campeones tanto en el 1º como en el 3º ciclo.
Todo un éxito si
tenemos en cuenta que este hecho es la primera vez que lo consigue nuestro
centro.
Pero con lo que realmente nos tenemos que quedar es
con el buen sabor de boca que un año más nuestros alumnos nos han dejado.
Porque obtener medalla no es nunca nuestro objetivo, y bien lo saben nuestros
niños y niñas, nosotros asistimos año tras año a esta actividad con la ilusión y
la humildad de participar y darlo todo en cada prueba, en cada intento, ése es
el verdadero premio, quedarse “vacío” una vez haya llegado el final, y si
después de tener esa sensación viene otro premio en forma de medalla,
bienvenido sea.
Por lo tanto, esta experiencia perfectamente la
podríamos catalogar como exitosa por muchos motivos, aunque como hemos dicho
antes, el verdadero éxito radica en el hecho de que muchos de los alumnos
participantes nos hicieran saber al finalizar la actividad lo bien que se lo
habían pasado, ése es el verdadero triunfo.
Por supuesto que también parte de ese éxito lo tiene
la perfecta organización, dirigida siempre por el personal del Servicio de
Deportes, monitores y dinamizadores escolares.
A continuación podréis ver una relación de fotos de
los momentos más especiales de nuestros niños en las olimpiadas y un pequeño
montaje de vídeo en honor a todos nuestros participantes.
DAVID